Del Rock'n'Roll al ‘chucu-chucu’

Rodolfo Aicardi fue un cantautor colombiano de música tropical considerado por muchos «el rey del ‘chucu-chucu’». Su verdadero nombre era Marco Tulio y cantaba baladas con el Sexteto Miramar. Allí adoptó el nombre artístico de Rodolfo, con el que pasaría a la historia al ser parte de un experimento de Discos Fuentes, la primera casa discográfica prestigiosa del país, que introdujo con éxito en Colombia géneros como la cumbia, el fandango, el merengue, el porro, la salsa y el rock.


El experimento que hizo esta disquera fue poner a un baladista a cantar música tropical luego de que Gustavo Quintero, la voz principal de Los Hispanos, decidiera retirarse del grupo y llevarse a los músicos más preparados que habían estudiado en conservatorio y fundar Los Graduados, el nombre hacía referencia a que todos eran músicos de academia. Rodolfo, que tenía una curiosidad innata por la música, aceptó el reto y sería no solo cantante sino también productor musical y arreglista.

“En esa época no salían créditos en los discos, pero mi papá era el productor musical de casi todos los discos que hacía”, asegura Rodolfo Jr. Aicardi.

Los hijos Rodolfo Jr. y Gianni tienen un registro de unos 150 discos y 1.500 canciones grabadas por su padre, pero creen que pueden ser unas 2.000. En este momento están redescubriendo su trabajo para tocar las canciones que fueron éxito durante los setenta y ochenta, y que hoy son consideradas himnos de la música colombiana.

“Es algo que a veces no se dimensiona. Frank Sinatra tiene 1.100 canciones interpretadas, mi papá tiene 1.500”, asegura Gianni Aicardi.

Discos Fuentes le apostó a interpretar sonidos locales con instrumentos foráneos como saxofones, trompetas, trombones, timbal y güira. Por el sonido característico de esta última, que se usa también en el merengue y la bachata dominicana, es que este tipo de cumbia adoptó el nombre popular de ‘chucu-chucu’, una onomatopeya del sonido que produce este instrumento de percusión.

Este sería el ritmo por excelencia de las fiestas de fin de año en Colombia, pues todas las disqueras lanzaban canciones en septiembre y octubre que se volvían éxitos en diciembre, el mes en el que más se compraban discos por la Navidad.

Según los hermanos Aicardi, la cumbia caribeña de tambora y gaita adoptó la forma de ‘chucu-chucu’ en Medellín. Discos Fuentes y la mayoría de las casas disqueras colombianas estaban en esta ciudad.

Las disqueras paisas grababan grandes orquestas como la de Lucho Bermúdez, quien era artista de planta de Codiscos, pero en 1957 empezó a surgir un movimiento juvenil de música tropical que usaba los instrumentos del rocanrol, el nuevo ritmo estadounidense, en la música tropical. Por eso las primeras bandas de 'chucu-chucu' tenían nombres en inglés: Los Teenagers, Los Black Stars, Los Falcon y Los Golden Boys.

Los Hispanos prefirieron dejar a un lado los anglicismos y le pusieron un nombre a la banda que resaltara el español como lengua musical. Con la voz principal de ‘el loco’ Quintero y Rodolfo Aicardi, en especial, la banda grabó los mejores temas de música bailable de Colombia, como ‘Cariñito’, ‘Tabaco y ron’, ‘Adonay’, ‘Boquita de Caramelo’, ‘Así fue como empezaron papá y mamá’ y ‘La Colegiala’.

La cumbia que conquistó al mundo

Esta última canción hizo parte de un comercial sobre el café colombiano. El equipo de producción la escuchó cuando estaba en un cafetal cerca a Armenia y la consideró perfecta para el anuncio del Nescafé Alta Rica donde aparece un tren cargado de bultos de la cosecha recorriendo los paisajes colombianos mientras los pasajeros disfrutan de un ‘tinto’, como llaman en Colombia a una bebida caliente de café.

De fondo en el comercial sonaba la voz gangosa de Rodolfo cantando 'Hoy te he visto, con tus libros caminando y tu carita de coqueta, colegiala de mi amor…'. Así Nestlé se convirtió en una de las primeras compañías en usar una canción latinoamericana en un comercial, que logró aumentar las ventas del producto en un 60%.

La canción se volvió muy famosa y las personas llamaban a las emisoras a pedirla. El sello disquero RCA la grabó en un disco y de ahí en adelante traspasó fronteras inimaginables. El último en enterarse fue Rodolfo, quien no creía que una canción de cumbia pudiera convertirse en éxito en Europa.

En Francia, lo poco que sabían de Colombia era sobre los ciclistas Fabio Parra y Lucho Herrera que participaban en el Tour. ‘La Colegiala’ se volvería entonces el emblema musical de los colombianos en el país galo, en especial de los ciclistas, pues el comercial aparecía mucho durante las transmisiones de la competencia.

Por eso cuando Egan Bernal se convirtió en el primer colombiano en ganar el Tour, sonó esta canción y Lance Armstrong la bailó en su silla.

Los Hermanos Aicardi

Muchos músicos de ‘chucu-chucu’ viajaron a otros países latinoamericanos y allí empezaron a tocar cumbia colombiana. De esta manera, este ritmo conquistó toda América Latina y adquirió diferentes identidades bajo un mismo patrón rítmico.

“Este trabajo que hemos venido haciendo es enseñarles a las personas qué es la cumbia, decirles que no es un género viejo sino su patrimonio musical y cultural”, agrega.

El nombre de la agrupación realmente se lo inventó Rodolfo padre. Cuando grababa o componía canciones las registraba bajo el nombre de una orquesta que no existía: “Mi papá se inventaba una agrupación cuando quería buscar un sonido distinto y pensó en hacer una agrupación cuando sus hijos crecieran que se llamara «Los Hermanos Aicardi»”.

Hace dos años Gianni, Rodolfo Jr. y Marco decidieron usar ese mismo nombre como homenaje y como una herencia que les dejó su papá. “Tenemos un chiste: Nosotros somos de las agrupaciones más nuevas con un éxito de hace 40 años”, señala Rodolfo Jr. 

Fuente: En nuevo siglo

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